La Game Boy fue la primera consola portable del mercado, con entrada de cartuchos y con un catálogo inmenso de juegos, dándole esa versatilidad que carecían sus hermanas mayores las Game&Watch o también conocidas como maquinitas. Apareció en el mercado español en septiembre de 1990 y con el paso del tiempo llegó a ser una de las consolas más vendida de la historia. Posteriormente salieron evoluciones con mejoras técnicas y estéticas, pero yo particularmente me quedo con la primera versión de esta consola, conocida como la Game Boy Fat o Classic y con su nombre técnico de Game Boy DMG-01, por ser la primera handheld y por su aspecto súper retro ganándose el sobrenombre de ladrillo.
Opciones de modificación de pantalla
Una vez pasado más de 30 años y acostumbrados a las pantallas de nuestros móviles, coger una Game Boy y jugar con ella visualmente es un suplicio, debido a que carece de una retroiluminación o backlight, y hay que jugar con el contraste de la consola para poder ver bien la pantalla en distintas situaciones de luz, eso sí, sin luz no se puede jugar. Para solucionar esto en su momento surgieron accesorios que tenían una lupa y luces led para ver más grande la pantalla y aportar un extra de iluminación que finalmente se antojaba algo insuficiente. Estos cachivaches además de incómodos no arreglaban mucho el problema de la visualización de la pantalla.
Hoy en día, esto se puede arreglar modificando la pantalla, instalándole retroiluminación o cambiandola totalmente por un panel LCD IPS. La primera opción es muy económica pero a su vez muy laboriosa, requiriendo mucha paciencia para no cometer ningún error que acabe estropeando la consola. Sin embargo, la segunda opción es bastante más cara pero mucho más fácil de instalar obteniendo una mejor calidad de imagen y múltiples opciones de configuración, siendo para mí la mejor opción.
Instalación panel LCD IPS
Cuando realicemos la compra del panel LCD IPS, para no tener que tocar la carcasa original, es muy recomendable pedir junto al kit de la pantalla una réplica de la carcasa que viene ya con la zona de la pantalla recortada, debido a que la nueva es un poco más grande.
El kit se compone de una placa base grande, que se atornilla en la carcasa, un adaptador de plástico transparente para encajar la pantalla, una placa base pequeña que se conecta al panel LCD IPS y a la placa base grande, un conector plano ancho para conectar la placa base de la pantalla con la de la Game Boy y dos destornilladores para los tornillos de la carcasa y placa base. La nueva carcasa viene con un cristal para la pantalla que conviene utilizar para reemplazar el original que, muy posiblemente, por el uso esté bastante rallado.
Para montar todos estos componentes, y al hacerlo en una Game Boy que previamente tuve que reparar (Ver reparación Game Boy), decido reutilizar la parte trasera de la carcasa original, donde va la placa base, y utilizar la parte frontal de la réplica, de esta forma no tengo que despegar el número de serie dándole un toque de originalidad al resultado final.
El motivo de utilizar la réplica de la parte frontal, es porque, como se puede ver en la imagen (en la derecha), ésta ya viene con la zona de la pantalla recortada para que el panel encaje perfectamente.
Primero empiezo montando la pantalla en el soporte de plástico y lo encajo en la carcasa.
Una vez que esté bien encajada, hay que hacer bastante presión, se conecta el conector plano fino a la placa base grande del kit y se atornilla en la carcasa. Finalmente se conecta la placa base de la pantalla con la placa base de la Game Boy utilizando el cable plano ancho.
Antes de reensamblar todo, hay que recortar con un cutter un saliente en la zona donde va la nueva rueda del contraste, teniendo que dejarlo totalmente liso, si no, al cerrar la carcasa, la rueda al presionarla no funcionaría como un botón o rozaría al moverse.
Una vez probada que la pantalla funciona, se cierra todo, poniendo todos sus tornillos, quedando un resultado espectacular.
Funcionamiento de la nueva pantalla
Al encender la Game Boy podemos acceder al la configuración del panel apretando durante un par de segundos la rueda del contraste.
Nos saldrán distintas opciones de configuración como ajustar el brillo, mover verticalmente u horizontalmente la pantalla, mostrar el indicador de batería o mostrar un efecto de pixelado, en mi caso estas dos últimas opciones las tengo desactivadas.
Sin entrar en el menú, girando la rueda, se puede configurar el brillo y si la pulsamos ligeramente podemos acceder a otros colores de pantalla, como son amarillo, verde, azul, etc.
El resultado final es impresionante, teniendo una visualización perfecta tanto con luz como sin luz, o también con reflejos.
Cartucho Everdrive
Si queremos disfrutar del catálogo completo de todos los juegos de la Game Boy, sin duda, la mejor opción es el cartucho Everdrive.
Al encender la consola se muestra un listado con todos los juegos que se encuentran cargados en la tarjeta micro SD que viene preinstalada.
Utilizaremos la cruceta del mando para movernos por las distintas opciones o para cambiar de página tanto hacia adelante como hacia atrás. Se selecciona un juego con el botón B, reiniciándose la consola y cargándose el nuevo juego.
Conclusiones
Para disfrutar a tope de esta icónica consola en mi opinión es imprescindible cambiar la pantalla que venía por este panel LCD IPS. Mi recomendación es hacerlo en una segunda consola dejando la otra intacta con todo el equipamiento original. Esta fue la razón por la que busqué una consola a buen precio que no funcionara la pantalla.
El kit del panel LCD IPS no es barato y si lo compramos junto a una carcasa nueva, el precio sube bastante. Además, el coste de esto más el cartucho Everdrive puede rondar los 90 o 100 euros. Cifras nada despreciables por lo que es una inversión que hay que pensarse mucho si merece la pena, para mí sí.
D.R Spectrum
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